Sultan, dijo que uno de sus mayores deseos es encontrar una chica alta, honesta, simpática, con buen corazón y con mucho sentido del humor.
El hombre, que nació en una pequeña aldea que está entre Turquía e Irak, nunca había salido de allí. Tras ser declarado por el Libro Guinness de los Récords el hombre más alto del mundo ha conseguido cumplir uno de sus sueños: el de viajar por todo el mundo y conocer sitios que nunca había imaginado visitar.
A los diez años ya tenía una altura descomunal. Ahora ha conseguido tener una vida algo más normal. Cuando sus padres lo llevaron al médico, el diagnóstico fue un tumor cerebral que le presionaba la pituitaria, lo que no le permitía parar de crecer. Tras un largo tratamiento consiguió frenar el proceso de crecimiento.
"Para mí ha habido un antes y un después al entrar en el Libro Guinness. Antes tenía muchas dificultades para hacer cualquier cosa y a partir de ser conocido hay gente que me aconseja, que me regala ropa y que me ayuda a tener una vida mejor", dijo Kosen.
Sin embargo, el día a día del joven sigue siendo muy difícil.
"Hacer tareas cotidianas es complicado por la altura, no poder encontrar ropa, calzado o no poder coger un taxi son cosas que no me permiten poder vivir como una persona normal", dijo el joven de 27 años de edad.
Ahora quiere forjarse un futuro profesional y lo que más le gustaría es dedicarse al mundo del espectáculo, poder hacer alguna serie en televisión o hacer alguna película.
El hombre, que nació en una pequeña aldea que está entre Turquía e Irak, nunca había salido de allí. Tras ser declarado por el Libro Guinness de los Récords el hombre más alto del mundo ha conseguido cumplir uno de sus sueños: el de viajar por todo el mundo y conocer sitios que nunca había imaginado visitar.
A los diez años ya tenía una altura descomunal. Ahora ha conseguido tener una vida algo más normal. Cuando sus padres lo llevaron al médico, el diagnóstico fue un tumor cerebral que le presionaba la pituitaria, lo que no le permitía parar de crecer. Tras un largo tratamiento consiguió frenar el proceso de crecimiento.
"Para mí ha habido un antes y un después al entrar en el Libro Guinness. Antes tenía muchas dificultades para hacer cualquier cosa y a partir de ser conocido hay gente que me aconseja, que me regala ropa y que me ayuda a tener una vida mejor", dijo Kosen.
Sin embargo, el día a día del joven sigue siendo muy difícil.
"Hacer tareas cotidianas es complicado por la altura, no poder encontrar ropa, calzado o no poder coger un taxi son cosas que no me permiten poder vivir como una persona normal", dijo el joven de 27 años de edad.
Ahora quiere forjarse un futuro profesional y lo que más le gustaría es dedicarse al mundo del espectáculo, poder hacer alguna serie en televisión o hacer alguna película.
